Carta "2" de Frankenstein a Mauro Viale

Estimado Mauro:

Veo que usted tiene una gran falta de empatía y su ego no lo deja vislumbrar la agonía que viví durante tanto tiempo por culpa de seres como usted. No le encuentro sino otra explicación a su desinteresada insistencia. 

Hace ya largo tiempo que he dejado de tener fe en la humanidad y en su capacidad de reflexión aunque debo admitir que durante muchos años mantuve la esperanza de poder ser visto como un agradable monstruo, pero la ceguera que tienen ustedes, los seres humanos, es tal que les es imposible encontrar belleza incluso en la rosa más carmín del invernadero.  

¿De veras pretende que me siente a tomar un café en su compañía para contarle lo triste que fue mi vida y haga usted de redentor de mis pecados? Se nota que en su camino por la Tierra siempre fue el que juzgo y nunca el juzgado Señor Viale. 

Capaz si me hubiese encontrado en otro momento de mi vida, nuestra conversación habría despertado anhelos olvidados, pero ahora ya es tarde, ya conozco las artimañas de seres como usted y no me dejaré vulnerar de nuevo.

De todas formas, le deseo un buen pasar en esta nueva etapa de su existencia.

Atentamente

Frankenstein